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R. Valencia: Sonría a cámara

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Roberto Valencia: Sonría a cámara . Lengua de trapo. NOTA PREVIA: Microcrítica en forma de entrevista ficcional.  Con el consentimiento de Roberto Valencia. 1. Al leer sus relatos tuve la sensación de hallarme en el Teatro Griego del Parque Güell. Intuía una firme estructura bajo mis pies pero no conseguía visualizarla. Muéstreme la Sala Hipóstila, por favor.  La estructura del libro es un tono: el de ese narrador en tercera persona que te empuja todo el tiempo y que miente y que da información superabundante. Igual que Google, vamos . 2. ¿De dónde vienen esas frases largas? ¿Por qué tanto estupor ante frases largas? No es la primera vez que me lo preguntan. Yo escribo así. Lo elijo. O no lo elijo. 3. La pornografía, ¿tiene futuro?  Sobrevivirá a la mayoría de los libros. Pero me trae sin cuidado, la pornografía. 4. A lgunas de sus  historias contienen   referencias ingenieriles . ¿Qué poso dejan las disciplinas aprendidas? Un...

S. Anderson: Muerte en el bosque

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Sherwood Anderson: Muerte en el bosque . Ediciones Traspiés. Traducción de Miguel Á. Martínez-Cabeza. No soy filóloga. Mis lagunas literarias son enormes. Hago lo que puedo por paliarlas. Para subsanar ese vacío necesitaré muchos años. Es una pena grande pero procuro no pensar en lo pendiente. Aspiro a vivir/morir medio en paz. Constato, por ejemplo, que hasta hace poco nunca había oído hablar de Sherwood Anderson. [La ignorancia: otro infinito]. Prolífico y aclamado autor norteamericano, amigo de Gertrude Stein, mentor de Faulkner, modelo generacional de Hemingway y Steinbeck. Y más. Cultivó todos los géneros pero sobresalió por sus relatos. Traspiés recoge en Muerte en el bosque trece de estas historias: cortas-magníficas-todas. La primera da título al volumen y abre paso al universo lírico de Anderson. Resulta difícil referirse a este autor por su apellido en lugar de por su nombre de pila, idéntico al de tan legendario bosque inglés. Con un lengu...

A. M. Matute: Los niños tontos

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Ana María Matute: Los niños tontos . Ediciones Destino. Ilustraciones de José María Prim. Me aburrían y me siguen aburriendo los cuentos infantiles. No comprendo el interés que pueden suscitar un gatito que habla o un príncipe a caballo. Finales felices, argumentos repetitivos, estereotipos perniciosos… El placer por la lectura llegó por otro cauce. Quién sabe cómo. Son muchos los autores que convierten a niños o a adultos en ciernes en protagonistas de sus historias. Algunos parecen buscar lectores fáciles: la infancia conmueve. Otros, como Ana María Matute, lo hacen —lo hicieron— de modo justificado y pertinaz. Los niños tontos : niños de todas clases, por todas partes, en veintiún relatos de una crueldad espeluznante .  Breves como el soplar de velas frente a una tarta de cumpleaños. Angustiosos como una película de terror. Hoy, una noche cualquiera, leo para mis hijos tres o cuatro de estas historias. Mañana morirá su autora...

F. Dostoyevski: Noches blancas, El pequeño héroe, Un episodio vergonzoso

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Fiódor Dostoyevski: Noches blancas , El pequeño héroe , Un episodio vergonzoso .  Alianza. Traducción y nota preliminar de Juan López-Morillas. Tres relatos del primer Dostoyevski, el genio que aún no ha pisado Siberia. Diez años de posterior exilio lo transforman en un genio todavía mayor. Las más de las veces, sin embargo, uno no se va a las Antípodas: cambian ¿ solo?  el grosor y la largura de la cuerda. Releo cartas de la época del Gran Amor. Las recorren un ofuscado romanticismo y un vano entusiasmo por la vida [RAE, Vano: 1.  Falto de realidad, sustancia o entidad ]. Qué lejos me siento de ambos. Juventudes. Cortas vidas. El influjo excesivo de lo exterior. Con todo, esa también fui yo. Convivir con Dostoyevski no pudo ser fácil. Quienes sufren en la niñez están destinados (pero yo no creo en el destino) a autoinmolarse, a maltratar a otros, a cauterizar sus miedos y pesadillas a través del arte. Los Dostoyevskis pre y pos siberianos tenían po...

M.A. Clark Bremer: El librero de París y la princesa rusa

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Mary Ann Clark Bremer:  El librero de París y la princesa rusa . Periférica. Traducción de Hugo Bachelli. Dedico una segunda microcrítica a esta autora , la dama de pulcra elegancia. Sus dos primeros libros ( Una biblioteca de verano y Cuando acabe el invierno ) fueron descubrimientos fortuitos. Este, por el contrario, ha sido intencionado. Años 60, París. Un librero y una noble rusa. La guerra y sus trágicas pérdidas. Jean-François de Bastide como murmullo de fondo. Clark Bremer es testigo y cronista de un amor interrumpido por una inexplicable desaparición. Anécdotas mínimas incrustadas en libros y lecturas. Recuerdos engarzados en un collar de perlas. Frases transparentes. Comas de nailon.  Literatura sin trampas, libre de pedantería.   La oscilación del pecho se detiene: sí, el placer perturba.  Nácar. Suavidad proustiana. Cofre forrado del mejor terciopelo.  Piedras que huelen a sándalo y especias.  Belleza que no hace falta des...

E. Hilsenrath: Fuck America

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Edgar Hilsenrath: Fuck America . Errata naturae, 2010. Traducción de Iván de los Ríos. «En Europa tuvo lugar una completa emigración de pueblos. Nada especial». Nacemos y aquí estamos, en «el matadero al que llamamos “La Tierra”». Algunas microcríticas se maceran lento y otras se expectoran como denso escupitajo. Hilsenrath nació en Leipzig (como Leibniz, como Wagner), e igual que Jakob Bronsky —el protagonista de Fuck Am… que escribe en Nueva York su novela EL PAJILLERO— , sobrevivió al holocausto. Llegó a los Estados Unidos en 1951. No todos los testigos de la Segunda Guerra Mundial han desaparecido. Hoy reside en Berlín*. «Noviembre de 1938. Estimado Cónsul General: Ayer comenzaron a arder nuestras sinagogas. Los nazis han demolido mi negocio, vaciado mi escritorio, expulsado a mis hijos del colegio, prendido fuego a mi casa, violado a mi mujer, confiscado mis bienes y bloqueado mi cuenta bancaria. Es necesario que salgamos del país. La situación empeora por ...

R. J. Sender: La tesis de Nancy

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Ramón J. Sender:  La tesis de Nancy . Casals. Edición de Francisco Troya y Pilar Úcar. Leer La tesis de Nancy es visitar a un vecino con quien se había coincidido únicamente en el ascensor. El promotor de la cita fue Gonzalo Fernández , traductor y amigo en cuyo criterio confío. Que si recuperar el uso en desuso de nuestra lengua. Que si la literatura. Que si una tertulia en español. Dónde encontrar gente: el gran problema. Mi vida a lo leche condensada (trabajo, hijos, libros) y mi recelo de los grupos no son de gran ayuda. Y sin embargo, logramos reunirnos: cuatro traductores, una historiadora, un doctor en matemáticas y la que teclea. Triturando a siete bandas literatura en español. Perteneciente a una familia «de honda raigambre aragonesa», Ramón J. Sender (1901) fue un «escritor a contrapelo», fecundo y ácrata como pocos. En 1939 se exilió a México y luego a Estados Unidos. Trabajó en las universidades de Alburquerque y de Los Ángeles. Desde EE UU, donde...