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Mostrando entradas de enero, 2013

F. Kafka: Cuentos completos

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Franz Kafka: Cuentos completos . Valdemar. Traducción y prólogo de José Rafael Hernández Arias. A Kafka no le faltaba imaginación. Le faltaron quizás años de vida, salud, horas de sueño. Escribió sin darse tregua pero no acabó ninguna de sus novelas. Publicó poco y quemó, antes de morir, una gran parte de su obra. La editorial Valdemar recoge en este volumen todos sus relatos de ficción, incluido “La metamorfosis”; traducidos a partir de los textos originales (sin los retoques de Max Brod) y ordenados cronológicamente en un pulcro ejemplar compacto, de tapas duras y 662 páginas a las que se les desea una larga vida no electrónica.  Once de estos ochenta y tres cuentos completos son relatos inacabados. Treinta y tres aparecieron sin título. ¿Por qué dejaba Kafka, un autor obsesivo, cuentos sin terminar? ¿Tenían para él esos vacíos, esos pasajes ausentes, significado? Uno de los valores de su literatura es precisamente no llegar a grandes conclusiones. Kafka esc

L. Meruane: Sangre en el ojo

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Lina Meruane:  Sangre en el ojo. Caballo de Troya. Una joven diabética — escritora de orígenes chilenos— pierde la vista. Tiene un novio gallego con el que vive en Nueva York. En el curso de la novela, un experto oftalmólogo la opera. Pero la ceguera regresa. América parece generar desde hace años la mejor literatura en español. De allá llega lo más audaz y rompedor: piezas tocadas por lo experimental, por la globalización, por la identidad y sus conflictos, por el bilingüismo . Son muchos los autores latinoamericanos que viven fuera de su frontera natal . Como Lina Meruane y su narrativa exquisita. La mano ciega de Sangre en el ojo todo lo ve y lo registra. Se levanta y nos obliga a pasar páginas. Para que leyendo palpemos. Para que palpando intuyamos el golpe de genialidad que se nos brinda. Sangre en el ojo rabia de puro lúcido. Coloca su foco en los túneles de la salud y su pérdida. Un camino peligroso lleno de intereses y voluntades en juego. Meruane sab

J.M. Coetzee: Verano

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      John Maxwell Coetzee:  Verano . Mondadori, traducción de Jordi Fibla. La nieve trae la luz del estío. Achico los ojos, abro la ventana , hay hielo en el tejado y lo toco conmovida.  Yo siempre leería una obra con ese título. Verano suena a sol, a sequía, a sudor. Aunque con la literatura de Coetzee nunca se sabe: cualquier palabra puede agitar la realidad y arrastrarte, en un descuido, a insospechados destinos. Verano es el tercer volumen de su autobiografía, construido —aparentemente— a partir de las voces de otros. Desde esta perspectiva Coetzee juega a retratarse y desarrolla una idea ya esbozada en su tomo anterior ( Juventud , Mondadori): «Los artistas no tienen que ser gente de moral admirable. Lo único importante es que creen gran arte». Un individuo desconectado de un cuerpo al que el amor físico le queda grande; una vida cualquiera repleta de mezquindades y bajezas.  Los artistas se repliegan, nunca muestran plenamente su cara inter