M. A. Clark Bremer: Una pasión parecida al miedo
Mary Ann Clark
Bremer: Una pasión parecida al miedo.
Periférica.
Traducción de Hugo Bachelli.
«No hay pasión que
robe con tanta determinación a la mente todo su poder de actuar y razonar como
el miedo». (Edmund Burke)
Es un placer leer,
uno por uno, los cuadernos de notas de Clark Bremer. Una pasión parecida al miedo compone el número cuatro. Un texto —como
los anteriores— elegante y de bella estructura, jalonado en este caso por citas
e ideas de Burke y de Chéjov.
Tras trágicas
pérdidas, dos viudos jóvenes se encuentran en un hotel de Berna. Recreando retrospectivamente
lo vivido, Clark Bremer nos habla de dos emociones en tándem frecuente, el
miedo y el amor. En este caso, del amor «de los que nada esperan ya del amor».
Porque el miedo, a
nuestro pesar, es a veces la emoción más poderosa. La que, contra nosotros
mismos, vence. La que actúa, para los timoratos, como justificante perenne. No
di el paso. Tuve miedo. (Y también tuve miedo de mi miedo). Por eso lo abandonado
y lo que no fue también importan. La fe en que después todo irá bien es una falsa
fulana. Simplemente no
sabemos. Ese hijo no nacido, esa relación rota, esa torpe palabra. El amor y el
miedo. Dónde terminaríamos sin su freno.
«¿En verdad éramos
lo mismo, la misma «cosa», la misma derrota?», se pregunta Clark Bremen. No me
canso de la voz queda de esta autora, ni de su delicado titubeo existencial. Espero
que sus cajones guarden aún, sin llave puesta, muchos cuadernos.
Léase nosotros, o ellos.
Desarreglos,
dudas, recelos.
Por ahí anda el
miedo grande
por aquí corre el
pequeño.
El amor.
Sus remedos.
Comentarios
Me quedo pensando en esas reflexiones que dejas sobre el miedo y la falsa fulana que es el "todo irá bien".
Gracias y un saludo