E. Martínez: Lenguaraz
Pre-Textos.
Martes, 29 de
septiembre. Recién
iniciada la mañana, una notificación electrónica me acelera el ritmo cardiaco y lo mantiene elevado todo el día. 19.00 horas: estoy exhausta. Opto por no salir a correr. Los aforismos de Erika Martínez tal
vez me tranquilicen en la cama. La inquietud siempre es producto de la razón, me digo-río.
Ja. Suena tan cómico.
Erika Martínez bien podría llamarse Erika
Láser, como las espadas de Star Wars.
Con precisión metafísica y una brillantez que nunca desespera, esgrime su
indómito ejercicio de la inteligencia. Apuntes en la misma retina. Hacha en
punta. Trampantojo sin trampa.
Lenguaraz, dividido en
cuatro partes: LA CONCENTRACIÓN, LAS CORREDORAS, LA RÁFAGA, HEMATOMAS, araña
con humor y perspicacia el blanco de la duda y de lo cierto. Como hicieron con
Confucio, me atrevo a recoger alguna de sus analectas:
«La literatura pone de
nuestra parte al dolor».
«Soy lo que está al alcance
de una mano».
«La razón no reduce las
contradicciones, profundiza en ellas».
«Detrás de cada conclusión
hay algo roto».
«Concisión, maldita abstinencia», afirma Martínez-Láser. Un libro de aforismos debería
microcriticarse en un aforismo, pero solo consigo tener una buena noche.
Miércoles, 30 de septiembre. Prevalece la pregunta primigenia: «¿Qué quiere el
anzuelo?».
Comentarios
Saludos,
Leonor