M. Tsvietáieva: Diarios de la Revolución de 1917


Marina Tsvietáieva: Diarios de la Revolución de 1917.

Acantilado, 2015. Traducción de Selma Ancira.

 

«Y es tan fuerte en mí la atracción por toda valentía solitaria…».

 

Habría sido más oportuno hablar de esta obra en 2017, pero en Tsvietáieva (1892-1941), la única revolución que cuenta es la ocurrida de manera fija en su propio interior.

 

Fue poeta de primera fila, autora de memorias, teatro, inmortal correspondencia (Cartas del verano de 1926) e inclasificables biografías (Mi Pushkin, Natalia Goncharova, Viva voz de vida). En Mi madre y la música y Mi padre y su museo nos dejó notas alegres de su infancia. En la adultez, llegaron peores tiempos, marcados por la revolución y el exilio.

 

«El alma es el deber. El deber del alma — es volar».

 

Cada artista, su fuente. Una niña sentada ante el piano, con la vista perdida entre los libros situados junto al instrumento. Suspirando por vivir en ese otro negro sobre blanco: las palabras. Dos lenguajes-partitura (MÚSICA, LITERATURA) hechos uno.

 

Tsvietáieva «pulveriza las palabras, trastoca las formas», dice su traductora. Con su prosa narcótica, participamos de un coma transitorio, hechizados por su guion largo y sus versos-verstas.

 

«Lo que más valoramos en los versos y en la vida — lo que se nos escapó».

 

En el exilio la asiste la incesante creación, esa imparable obligación del talento. Regresa a Rusia en 1939 con consecuencias nefastas: los acontecimientos externos se precipitan, sus circunstancias personales la desbordan. Tsvietáieva era una roca, pero se quiebra.

 

«Con cierta pérdida de mi realidad terrestre pago mi afirmación en otros mundos».

 

Tsvietáieva fue incisiva, global y visionaria. Principio y fin en sí misma. Una letra inimitable del alfabeto. Rescatada del olvido gracias a Ariadna Efron, su hija.

 

Reparo en que no he hablado todavía de sus Diarios de la Revolución de 1917.

 

«Nuestra conquista del otro — está solo en nosotros».

 

«Todo lo no dicho — es infinito».

  

 

Comentarios

Visitas populares (última semana)

Juan Gracia Armendáriz: entrevista

C. Peri Rossi: La insumisa

Cristina Peri Rossi: «No hay mejor marido que una mujer»

F. Dostoievski: Memorias del subsuelo

Adelaida García Morales: Imperecedero Sur

A. Wagenstein: Lejos de Toledo

L. Baquedano: Cinco panes de cebada

E. Pardo Bazán: Cuentos trágicos

I. Bono: Diario del asco