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Mostrando entradas de 2022

Alejandra y Malva

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* Texto publicado en el periódico El País .   Alejandra Serna Reques   Poco sabemos de cuidadoras, limpiadoras, criadas. Alejandra Serna Reques fue niñera de Malva, la hija de Neruda y María Hagenaar, en la Casa de las Flores de Madrid.   De paseo por el barrio de Argüelles, Alejandra le decía a su hija: “En esta casa cuidé de una niña muy enferma, hija de un intelectual muy importante”. Es Víctor, sobrino de Alejandra, quien da fe de esta historia, de la que sin embargo no queda prueba gráfica: entre 1934 y 1936, su tía fue niñera de Malva, la hija de Neruda y María Hagenaar , en la Casa de las Flores de Madrid.   Entrando por Princesa, la Casa de las Flores ocupa una manzana completa enmarcada por las calles Hilarión Eslava (en su número 7 murió Pérez Galdós) y Rodríguez San Pedro. Es un inmueble de interior ajardinado, varios portales y doscientas ochenta y ocho viviendas, diseñado en 1931 por Secundino Zuazo. Neruda había lle

M. Yakovenko: Desencajada

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Margaryta Yakovenko: Desencajada. Caballo de Troya, 2020.     La amputación    «Moverse una vez es moverse para siempre». Clara Obligado, Todo lo que crece     Leí esta novela poco antes de la guerra europea que desde el 24 del 2 de 2022 contemplamos. Poco antes de que supiéramos situar en el mapa ciudades como Mariupol, Zaporiyia, Jersón, Lviv, Járkov. Poco antes de que su autora, Margaryta Yakovenko, afrontara quizá la tarea más difícil de su vida: contar, desde la distancia, los horrores que asolan su país natal, Ucrania.   «Aquel mes de septiembre mudé de nacionalidad como los grillos mudan de piel y abandonan su exoesqueleto seco en la rama de un árbol».   Ucrania. España. Ucrania. Más allá, el horizonte. Esa franja de sentido que arropa a los desterrados. Una orilla imaginaria que calma su soledad.   «Aceptas que la única tónica que rige tus días es la de adaptarte a lo desconocido. A la brutalidad de lo ajeno».   Yakovenko narra el

F. García Lorca: Pez, astro y gafas

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Federico García Lorca: Pez, astro y gafas. Menoscuarto Ediciones, 2007. Edición de Encarna Alonso Valero. Prosa narrativa breve. De Lorca. La sorpresa de este libro publicado hace unos años quiere compartirse. Por grata.   Dentro de la experimentación vanguardista de los años 20 y 30, la prosa sirve para explorar los límites de la poesía y trascender géneros. Lorca, como tantos otros artistas de su época, «participó en los afanes de renovación». Para él, la prosa será «el ámbito en el que desplegar, de la manera más extrema, su nueva concepción de la poesía», nos cuenta Encarna Alonso en el prólogo.   Escribe Federico en una carta de 1928 a Sebastià Gash: «Ahí te mando los dos poemas. Están en prosa porque el verso es una ligadura que no resisten».   Ansia vanguardista y voluntad poética marcan Pez, astro y gafas , bautizado así por un fin de párrafo del primer texto. Encontramos a un Lorca rupturista, transgresor, protagonista de la crisis artíst

B. González Harbour: Goya en el país de los garrotazos

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Los hijos de Goya   Más allá de aniversarios, cualquier momento es bueno para hablar de un genio. Ciertos hechos y concursos convocan su presencia, en el caso de Goya (1746-1828) plasmada en sus obras. A partir de ellas, y junto con los datos de vida de los que disponemos, Berna González Harbour emprende un viaje hacia un misterio: «la distancia evaporada» entre la mirada de quien ella considera padre de la modernidad (y espejo de nuestro tiempo) y la realidad de su época. Captar esa fusión, ese aire común que los unió y respiraron —y que contendría el germen de la vigencia de Goya— es el reto.   La fascinación —el abismo— que encierran las Pinturas negras , realizadas entre 1820 y 1823, cuando Goya sobrepasa los setenta, llenan a la autora de preguntas sobre el pintor. Quién fue ese genio, de qué cabeza salieron esas obras, cuáles fueron las circunstancias que las rodearon.   La Quinta del Sordo (llamada así por el anterior dueño y no por la sordera de Goya), fue su úl