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A. Camus: La peste

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  Albert Camus: La peste. Edhasa, 2022. Traducción de Rosa Chacel.   Camino del puerto, en plena playa, un pie roza el cadáver de una rata sobre la arena.   Pandangbai, isla de Bali, paraíso convertido en cenagal de resorts, ruido y desechos. Espero la salida de un barco. A través del ventanal, en la sala de taquillas, veo llegar a un hombre bello, muy bello, con mujer y tres hijos. Enseguida los escucho hablar francés.   Zarpamos. Sopla el viento. Los pasajeros recorren cubierta   buscando cobijo del sol. Leo a Camus cerca de popa. El hombre bello aparece con su hijo menor y se sientan a mi izquierda. Piernas hermosas, voz hermosa, manos hermosas. Me pregunto si olerá mi gel de ducha, si sospecha que hablo español. La timidez me mantiene silenciosa, pero a los pocos minutos dice al niño: “¡Vamos!”.   Una joven rubia observa la escena y se sonríe. La ensoñación invade por un momento su rostro. Mantiene un cuaderno abiert...

A. Plantegenet: La Única. María Casares

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Anne Plantagenet: La Única. María Casares. Alba Editorial, 2021. Traducción de Juan Vivanco.   Ella es Anne Plantagenet, autora francesa (diez libros en su haber) y traductora de español. Presenta su biografía de la actriz María Casares en la librería Rafael Alberti de Madrid. La acompañan María Tena e Irene Vallejo.   De Alberti fue, precisamente, la obra que Casares representó en su primer regreso a España después de cuarenta años de exilio francés. Era 1976. Era El adefesio .   Conforme avanza la charla, Plantagenet y Casares se me asemejan. No son solo sus rasgos: es el aire que desprenden. Unidas en creación, sensibilidad, en idiomas.   La relación de María Casares con Albert Camus —dos extranjeros— duró dieciséis años. Marcada por largas ausencias personales y profesionales (ambos eran artistas, él estaba casado), quedó interrumpida con la muerte del nobel en 1960. «Los vulgares hablan, La Única permanece», le escribe Camus para consolarla d...

A. Camus: La caída

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    Albert Camus: La caída .  Alianza editorial. Traducción de Manuel de Lope. Descubrí a Camus en secundaria, cuando todavía iba por ciencias. Había elegido Ética como asignatura optativa, siete u ocho estudiantes frente a los casi doscientos que tomaban Religión. La impartía un profesor nuevo recién salido de la facultad , Félix Carrasco Gamo. A mis ojos, alguien de veinticinco años era adulto en toda regla:  sabía y tenía que haberlo leído ya todo. Por supuesto. Hubo un antes y un después en mi relación con el mundo tras ese curso académico. Leímos a Camus, a Hesse, a Platón, a Aristóteles, a Voltaire, a Kant. Junto con Arte y Filosofía, fue de lo poco que el paso por el instituto dejó en mí. Si este profesor siguiera vivo (asumo que sí) me gustaría agradecerle su impulso. «Caballero, ¿puedo proponerle mis servicios sin correr el riesgo de parecer inoportuno?». Así comienza el monodiálogo de La caída  (1956), empapado de...