F. J. Irazoki: Ciento noventa espejos

Francisco Javier Irazoki: Ciento noventa espejos . Hiperión. Noventa y cinco textos de ciento noventa palabras cada uno + un prólogo de idéntica extensión = Ciento noventa y dos páginas de tránsito poético. De tránsito poético sujeto a lo real. Espacio de sobra para hablar de música, cine, pintura, fotografía, cafés, ciudades. Del habitar extranjero . De ideas e ideologías. De ética y amigos. De literatura por encima de todo. «El escritor es un fabricante de sillas verbales», comenta Irazoki. El autor agradece al azar «haber nacido en una familia humilde» y cada texto es prueba de ese quehacer modesto y artesano. La palabra se ajusta y se pule, no se engrandece. Francisco Javier, nombre compuesto, me lleva a Miguel Ángel y al misterio de la belleza oculta en la armonía de las partes. La armonía que aquí alumbra un todo audible, visible, palpable casi. A la vida nos adherimos con una fuerza inquebrantable, gravitatoria, con un apego en forma de ley física. Ira...