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Mostrando las entradas etiquetadas como La Bella Varsovia

N. Litvinova: Cesto de trenzas

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Natalia Litvinova: Cesto de trenzas . La Bella Varsovia.   «Como tumores o mariposas nocturnas en mí viven los que ya no están».   Lo doméstico salvaje: en la llanura b rama la fuerza de la senil nueva memoria.   Abuela. Rituales. Madre.   Nunca es fácil     —no lo es— cabalgar entre la estirpe desenterrar matas remover piedras.

A. Rossetti: Deudas contraídas

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Ana Rossetti: Deudas contraídas . La Bella Varsovia. «Lo que está frente a mí no es sino la visión virtual de un mundo extraño; y yo no soy sino un clamor más que se une al coro de farsantes. / O de ingenuos». Libros como este demuestran —de nuevo— que la poesía expresa sobre cualquier otra forma literaria el llanto del mundo y sus heroicidades. No hay lenguaje que iguale su fuerza. Tal vez surgiera de lo inenarrable. Rossetti presenta en Deudas contraídas un poemario del que brotan dolorosas evidencias actuales: desapariciones, enfermedades, guerras, exilios, penas de muerte . El siemprevivo quebranto. El fluir de párrafos actúa como un canal abierto donde se desolla hasta el propio canal. Ver, informar, comprender, reconocer. Y después. Y después, qué. «Somos seres desprendidos de la realidad y anegados en la confusión. / Como fugitivos inermes en la emboscada. / Como aves migrantes que pierden sus rutas». «Y ya no quedarán aceras bajo el cie...

V. Moreno: Un cuarto oscuro

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Verónica Moreno:  Un cuarto oscuro. La Bella Varsovia. Profeso cierta aversión hacia la palabra  corazón (que suena a pasta dulzona en mis oídos) . Frente a ella, su homólogo norteño  hart  me convence más: en su dureza parece expresar el callo indispensable para soportar las embestidas de la vida.  Moreno publicó en 2011  Un cuarto oscuro , poemario que sin duda podríamos colgarnos del lado izquierdo del pecho y acomodar allí pájaros, insectos, gusanos y todo aquello capaz de aguijonear sin piedad el malestar.  Herencias,  heridas, rarezas.  Manos rojas, dedos dulces y una lengua manchada. Vivir nos lleva «al otro lado» y pone a prueba esa libertad de la que estábamos t an seguros , de la que tanto alardeábamos, con esa boca grande y esa voz tan fuerte, con ese gesto resuelto en el rostro. «La locura solo es una línea mal dibujada», dice la autora, mientras experimenta en el vértigo de residuos y palabras. «Quie...

P. Adón: Mente animal

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Pilar Adón: Mente animal. La Bella Varsovia. «He visto algo grandioso e inexplicable y no por ello he cambiado». Pilar Adón ha sido uno de los descubrimientos del verano. De ella he podido leer El mes más cruel (Impedimenta) y este glorioso poemario, Mente animal , en sublime edición de La Bella Varsovia. Al corazón de esta obra habría que llamarlo páncreas, garganta, guijarro, quizás hígado. El perfeccionismo, imprescindible en el arte, posee un lado salvaje.   Lo irracional es perfecto en sí mismo: no necesita de nuestros razonamientos.  «Quedará lo que no tiene sentido ni razón ni fin». Animales, memoria, despojos, barro.   Quedará el hueco abierto.  «El humo asoma al cosmos desde las chimeneas y lo demás no se ve». Cada libro corre una suerte.  «Es difícil dejar de ver las cosas con ojos ajenos».  Leo tumbada en silencio. Si me incorporo, el estruendo me golpea: el mar, la playa, las voces, un terrible viento. La cubierta de Laia A...