Andanzas: Miguel de Cervantes


Al marcharme de Alcalá, pregunté a Don Miguel si, ya muerto, le importaban algo sus huesos. Esperé largo rato. La estatua no respondió. Interpreté su silencio como un “a preguntas necias, oídos sordos”.



Comentarios

Visitas populares (última semana)

Cristina Peri Rossi: «No hay mejor marido que una mujer»

Juan Gracia Armendáriz: entrevista

F. Dostoievski: Memorias del subsuelo

Adelaida García Morales: Imperecedero Sur

M.A. Clark Bremer: El librero de París y la princesa rusa

Y. Herrera: La transmigración de los cuerpos

H. Kang: La vegetariana

H. Melville: Moby Dick

E. Pardo Bazán: Cuentos trágicos

C. Pavese: El bello verano